La automedicación es bastante frecuente entre las personas, algo que se ha extendido también a las mascotas, pero aunque se haga por su bien y buscando mejorar su estado de salud, esta práctica es un gran riesgo para ellas y puede acabar convirtiéndose en una urgencia veterinaria sino en algo más grave.
Automedicar a las mascotas puede ser un riesgo para su salud por distintos motivos
Te contamos porque no se recomienda:
- Desconocemos si el medicamento está contraindicado: Cada medicamento tiene una composición y está puede estar contraindicada para ciertas enfermedades o condiciones de la mascota, pudiendo causar efectos secundarios negativos en el mismo, como intoxicaciones graves, ulceras gástricas, perforación gastrointestinal.
- La dosis que debe tomar cada paciente depende de factores como especie (felino/canino) raza, peso, edad, enfermedades preexistentes, gravedad, etc. Por lo tanto, mediante la automedicación, podemos sobre dosificar o quedarnos cortos, y en ambos casos pueden generar daños irreversibles en sus órganos o fracaso de terapias futuras.
- Hay muchos medicamentos de uso humano que pueden ser muy malos (inclusive mortales) para las mascotas, como por ejemplo el acetaminofén en gatos.
- No sabes cómo va a reaccionar tu mascota a un medicamento.
Insistimos y hacemos un gran hincapié en que el único que puede recetar o prescribir un medicamento, en este caso para las mascotas, es el Veterinario.